domingo, 28 de septiembre de 2008

El Gobierno ratifica el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas, pero insiste con "letra chica"

El Gobierno ratifica el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas, pero insiste con "letra chica"

Azkintuwe


A través de una declaración pública, los ministros secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, y de Planificación, Paula Quintana, confirmaron que la Presidenta Michelle Bachelet ratificó el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes. Sin embargo, trascendió que el Ejecutivo insistirá en agregar en el Decreto aquella “declaración interpretativa” rechazada por la propia OIT.

"La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ratificó el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el único tratado internacional vinculante dedicado especialmente a los pueblos indígenas”, indicó la declaración gubernamental. Agrega que la ratificación del Convenio Nº 169 “es una de las más importantes reivindicaciones políticas de los pueblos indígenas de Chile desde 1989 y es parte del cumplimiento de la política indígena ‘Re-conocer: Pacto Social por la Multiculturalidad’”.

“De esta forma, la Presidenta Michelle Bachelet cumple con una de las mayores aspiraciones de la comunidad indígena del país y con un compromiso adquirido desde el primer gobierno de la Concertación y es la fase previa al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas”, agregó el texto. Los ministros dieron a conocer que en la carta de aceptación en la cual la oficina en Ginebra de la OIT acepta la ratificación que hace el gobierno de Chile del Convenio, “se reconoce la contribución que ésta constituye para la obra normativa del organismo internacional”.

Sin embargo, acto seguido, Viera Gallo y Quintana subrayaron que el decreto de ratificación incluiría en sus considerandos “el intercambio de cartas que hubo entre el Ministerio Secretaria de la Presidencia y la OIT respecto del alcance de algunas de sus de sus disposiciones en relación al ordenamiento jurídico interno de Chile”. Esto es, aquella “declaración interpretativa” negociada con la derecha y que, a juicio del movimiento indígena y organismos de derechos humanos, buscaría limitar los alcances del Convenio y “cerrar la puerta” a otros instrumentos de alcance internacional y con mayores estándares, principalmente la Declaración Universal de Derechos Indígenas de la ONU.

Comedia en tres actos

A juicio de Víctor Toledo Llancaqueo, director del Centro de Políticas Públicas y Derechos Indígenas, en Chile se estaría en presencia de una “comedia en tres actos”. “Ya han pasado los dos primeros actos con todos los incidentes conocidos y las correspondientes muestras del peculiar sentido del “honor nacional” de las autoridades y parlamentarios. En cada uno de los actos ya transcurridos –aprobación y ratificación- los gobernantes y clase políticas chilena han hecho inusual gala de falta de honor y una profunda mala fe. Retrasando trámites, recurriendo de inconstitucionalidad y elaborando alambicadas reservas”, señala.

“El penúltimo episodio -agrega Toledo- fue una bochornosa actuación chilena ante la OIT en Ginebra pretendiendo le aceptaran a Chile una “declaración interpretativa”, la que fue diplomáticamente rechazada. Ahora el honorable Gobierno la pretende insertar de modo oblicuo en el Decreto Promulgatorio del Convenio 169. Además de los vicios jurídicos que comportará este nuevo error del Gobierno ahora cabe preguntar ¿Asi se contribuye a establecer bases de diálogos constructivos entre el estado y pueblos indígenas? ¿Así gana en legitimidad y seguridad el estado de Chile? ¿Así se construye gobernabilidad democrática?”.

“Al final del dia, solo cabe apelar, una vez más, a alguna reserva moral que aun quede en algún lugar de La Moneda y MIDEPLAN a un mínimo de sentido común, y de honor, asi sea personal”, finaliza el académico. Cabe recordar que el Convenio fue ingresado al Parlamento por el primer gobierno de la Concertación en 1991 y había sido aprobado con una votación transversal mayoritaria el 11 de abril de 2000 por la Cámara de Diputados. Finalmente, el Senado lo aprobó el 4 de marzo pasado por 36 votos a favor y uno en contra, después de 17 largos años de trámite parlamentario.

El Convenio 169 entrará en vigencia en Chile el 15 de septiembre de 2009, doce meses después de la fecha del registro de su ratificación, por lo que el gobierno -anunciaron los ministros- en este lapso continuará con la puesta en marcha de su polémica política indígena, que implica la adecuación de la estructura gubernamental para la aplicación de este nuevo instrumento internacional. En América Latina, el texto ha sido ratificado por México, Colombia, Guatemala, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Costa Rica, Paraguay y Honduras. Asimismo, lo han respaldado Fiji, Noruega, Dinamarca y Países Bajos, entre otras latitudes.

Derechos consagrados

El Convenio 169 establece un concepto de “pueblo indígena” que recoge las condiciones culturales, sociales, económicas e históricas que los distinguen como tales. Asimismo, es un catálogo de derechos que abarcan los siguientes aspectos: 1) Derechos políticos: establece el reconocimiento y respeto a sus propias instituciones; el derecho a la participación y a la consulta; y el derecho a definir sus propias prioridades. 2) Derechos consuetudinarios: norma que los sistemas jurídicos y judiciales nacionales deberán considerar las costumbres o el derecho consuetudinario de los pueblos indígenas. 3) Derecho a tierras y territorios, y recursos naturales: insta a los gobiernos a reconocer la importancia de la tierra para las culturas indígenas, asumiendo que el concepto “tierra” incluye el de “territorios”.

Además, reconoce el derecho colectivo de propiedad basado en títulos ancestrales y establece el deber del Estado de proteger tales derechos; sus modalidades de transmisión; y el derecho a que los pueblos indígenas no sean trasladados obligatoriamente. Respecto a los recursos naturales, el Convenio considera el derecho de utilización, administración y conservación de los mismos. Asimismo, el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados por la eventual utilización de sus recursos naturales, y a participar de los beneficios que corresponda.

También, el Convenio establece que los Estados deben proteger los recursos naturales de los pueblos indígenas de su uso indebido y velar porque estos contribuyan al desarrollo de dichos pueblos. Consagra además derechos en materia de empleo, educación, seguridad social y salud: establece la obligación de los Estados de tomar medidas que aseguren el acceso, la no discriminación, la protección y la participación de los pueblos indígenas en estos ámbitos, a través, por ejemplo, del establecimiento de la educación bilingüe.

sábado, 20 de septiembre de 2008

COMUNICADO INTERNACIONAL

CGTB - Central Geral de Trabalhadores do Brasil
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________________ Filiada à Federação Sindical Mundial – FSM _______________



COMUNICADO INTERNACIONAL

La Central General de los Trabajadores del Brasil, CGTB, repudia las acciones terroristas y golpistas incitadas por el gobierno de los Estados Unidos contra la democracia en Bolivia, en Venezuela, y también en Ecuador, Argentina y otros países de nuestro continente.
Rechazamos el ataque contra la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos. Y manifestamos nuestro total apoyo a nuestros hermanos trabajadores latinoamericanos en la defensa de nuestras riquezas y derechos, contra la codicia del imperialismo.
Washington sustenta, a través de sus embajadas, a los minoritarios sectores nativos que se benefician con el robo de nuestros recursos, y a mercenarios que siembran muertes, terror y destrucción.
Apoyamos, en nombre de todos nuestros afiliados al presidente Evo Morales que, el miércoles, día 10, expulsó al embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, quien apoya abiertamente al separatismo y trata de replicar en Bolivia su obra en Kosovo, donde tenía el mismo cargo cuando la nación yugoslava fue dividida. Los trabajadores bolivianos, unidos, en las calles están al lado de su gobierno. Las Fuerzas Armadas también.
Manifestamos también toda nuestra solidaridad y apoyo al gobierno de Venezuela que desbarató las conversaciones entre militares y civiles golpistas que fraguaban atacar la oficina presidencial y matar al Presidente Chávez. Nos sumamos a los trabajadores y al pueblo venezolanos que inmediatamente salieron en las calles y dejaron claro que no habrá otro 11 de abril de 2002, ni este 11 de septiembre será como el de 1973 en Chile, cuando abortaron la naciente revolución liderada por el presidente Salvador Allende.
La Casa Blanca mantiene el criminal bloqueo a Cuba, mismo después de la gran destrucción provocada por varios huracanes en pocos días. Aprisiona a los cinco héroes cubanos durante diez años, sin culpa, sin derecho a defensa, sin condiciones humanas, por haber impedido actos terroristas contra su Patria.
En Ecuador el presidente Rafael Correa denunció acciones desestabilizadoras de políticos de oposición, ya preparándose para no aceptar la victoria que se avecina, cuando el 21 de este mes se aprobará una nueva Constitución en Ecuador. Es el prólogo de la elección de un nuevo congreso, el cual seguramente será favorable al gobierno de Correa. En Ecuador se avecina un importante proceso de cambios.
La dislocada política del Departamento de Estado, que ayudó a derrumbar 41 gobiernos en América Latina, no para por ahí: Intenta por todos los medios desestabilizar el gobierno de Cristina Kirchner en Argentina. Reactiva la IV Frota para "controlar" los mares del sur, la cual será comandada por un especialista en táctica de guerra en los mares y misiones ultra-secretas, Joseph Kernan, que en 2001 comandó la invasión de Afganistán. Montó una conspiración contra el gobierno de Guatemala, espionando al presidente desde su propio despacho. Desató una fuerte campaña contra el gobierno de Nicaragua, apoyando para eso el grupo de los "renovadores sandinistas".
La CGTB se suma al gobierno de nuestro presidente Lula que advirtió que no tolerará una ruptura del ordenamiento institucional boliviano, recordando que la política soberana y antiimperialista de Evo fue refrendada hace pocas semanas por la aplastadora mayoría del pueblo.
Diversos gobiernos, entre ellos los de Venezuela, Argentina, Chile, Nicaragua, Ecuador, y Paraguay, México, Uruguay también se pronunciaron en apoyo a la vigencia de la democracia y la constitucionalidad en Bolivia, respaldando a Evo Morales y rechazando la violencia ejercida en departamentos del interior. El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, en una acción solidaria con Bolivia y su gobierno constitucional, decidió suspender la prevista acreditación en Tegucigalpa del nuevo embajador de los Estados Unidos, Hugo Llorens.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, actual presidente de la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, bloque conformado por Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, convocó una reunión de emergencia de los presidentes para analizar la situación de Bolivia y a buscar garantías para el proceso democrático, la estabilidad y la paz en ese país.

En América Latina los tiempos cambiaron. Hoy los trabajadores, los pueblos unidos avanzan en la construcción de un mundo mejor. Y se cierran las puertas para el fascismo, el separatismo, el robo, la injerencia en los asuntos internos de los países.
Exigimos al gobierno de Estados Unidos que cese su descarada intervención en Bolivia, respete la soberanía del pueblo venezolano, y la de todos nuestros países.
Exigimos que acabe con el bloqueo a Cuba y liberte a los cinco héroes cubanos presos injustamente hace 10 años.
Repudiamos el racismo, las agresiones y la violencia en todas sus formas, contra el pueblo boliviano y su Gobierno.
Los Organismos internacionales deben pronunciarse de inmediato en defensa del orden constitucional y el derecho de Bolivia a decidir su propio destino y a dar pleno respaldo al gobierno legítimamente electo por la voluntad popular.

Ratificamos nuestra vocación de independencia, de justicia, de unidad de nuestras Naciones y de respeto por la autodeterminación de los Pueblos. Ratificamos nuestro rotundo rechazo hacia cualquier intento desestabilizador, golpista o de intervención extranjera.


Antonio Neto – Presidente CGTB – Vicepresidente FSM
Maria Pimentel – Secretaria de Relaciones Internacionales CGTB